El poder de los hábitos – ¿Qué es un hábito?
Dicho de una forma sencilla, los hábitos son actividades habituales, es decir que las practicas de forma repetida y con cierta frecuencia. Algunos son parte de la rutina diaria, otros son más esporádicos, pero en determinada situación es lo que usualmente haces.
Si quieres mejorar tu vida empieza por ir cambiando los hábitos que la componen, porque al final del día, tu vida es la suma de todos los hábitos, pensamientos, decisiones y actitudes. A continuación te ofrecemos un menú con 27 buenos hábitos para mejorar tu vida.
¿Qué te ofrece esta lista de especial y diferente?
Para facilitar el que recuerdes y comiences a adoptar o fortalecer estos hábitos buenos que pueden ser llamados empoderadores, los asociamos a las 27 letras del abecedario. Por supuesto, tuvimos serios retos con algunas letras, pero no hay nada que la creatividad, el buen humor y las buenas ganas no puedan superar.
Cada hábito, además, está asociado a una de las 4 dimensiones básicas que tenemos: física, emocional (incluye las relaciones), mental y espiritual. Sugerimos la periodicidad para practicarlos, pero igual es tu prerrogativa.
Y te obsequiamos una hoja de verificación (checklist aquí) para que te apoyes al irlos incorporando a tu vida.
Algunos son tal vez más fáciles de adoptar que otros, pero todos aportan.
Elige con cuáles de estos 27 buenos hábitos para mejorar tu vida, estás dispuesto a empezar. Es posible que ya algunos los practiques, tal vez lo que requieras sea mejorar la cadencia para que optimices los beneficios y se vuelvan parte natural de tu vida.
Empezar con todos o muchos a la vez no parece ser un plan efectivo. Te recomendamos revisar cuáles ya practicas. Luego entre esos que practicas, revisa si hay alguno(s) que puedes mejorar. Acto seguido elige al menos 3 que quieres incorporar y trabaja con ellos un mes o más, hasta que los adoptes, que se conviertan en nuevas conexiones neuronales y se vuelvan parte de tu vida.
Si logras dominar esos 3 que elegiste entonces puedes incorporar 1 o 3 adicionales. Es solo una sugerencia desde nuestra experiencia de vida.
A
Aprende y agradece a diario. Es un dos en uno, pero ambos son sumamente vitales.
Para los líderes del siglo 21 el aprendizaje permanente y la mejora continua es una prioridad. El panorama empresarial es intenso y crece en competitividad, ya seas colaborador o emprendedor. Por eso cada persona requiere comprometerse con mejorar sus capacidades.
Para aprender cuentas con una enorme cantidad de fuentes, muchas de ellas en línea y con valiosas opciones sin costo. Algunos ejemplos: COURSERA, KHAN ACADEMY, UDEMY, edX, Codeacademy y otros.
Agradecer es vital para mantener la actitud mental positiva, aprovechar los beneficios físicos que nos aporta el vivir en modo gratitud, valorar en la justa medida los privilegios que nos rodean y los regalos que la vida nos ofrece hasta en las experiencias que calificamos desafiantes o desagradables.
Expresa tu gratitud desde que te levantas y por todo lo que te pase. Aún en lo que etiquetas como negativo, puede haber un grandioso regalo de vida y encontrarle el lado positivo fortalece tu capacidad para manejar la adversidad y tu resiliencia.
Dimensiones que trabajas: aprender – mental y agradecer – espiritual.
B
Bebe agua. Este lo repiten en todas partes y es que con un cuerpo que es más agua que cualquier otro componente, es esencial. Para algunas personas esta es una tarea fácil, sin embargo para otras es un reto.
Comienza por llevar un registro de cuánta agua bebes al día. A veces damos por sentado que estamos bebiendo suficiente agua cuando no es así. Una vez lo hagas, determina si es suficiente o puedes de forma consciente, ingerir algunos vasos extra.
Dimensión que trabajas: física.
C
Come de forma más saludable. El concepto saludable es un tanto subjetivo. Sugiero investigues y consultes cuáles son las nuevas recomendaciones y adoptes al menos alguna nueva que aporte a tu nutrición.
Más saludable puede implicar eliminar o evitar algunos alimentos con bajo valor nutricional y altísimas calorías: puede ser también ingerir más vegetales, frutas, verduras o ciertos granos; tal vez sea disminuir exceso de carbohidratos, azúcares, bebidas carbonatadas, licor o carnes.
La decisión es tuya porque sabes cómo está tu dieta actual. Enfócate en evaluarla, balancear lo que comes, ingerir más de aquello que te aporta energía y nutrientes y evitar lo que sabes te complace momentáneamente y luego te genera remordimientos, sobrepeso o enfermedades.
Dimensiones que trabajas: física y mental.
D
Duerme y descansa lo suficiente. Señalamos ambas actividades porque son diferentes. La primera es dormir la cantidad de horas que detectas que tu cuerpo requiere de acuerdo a tu edad y estilo de vida. Aunque suelen sugerirse 8 horas, para algunas personas un poco menos funciona y para otras las 8 son indispensables. Recuerda que el cuerpo se renueva cada noche mientras duermes, en un proceso maravilloso.
El descanso puede darse durante el día en diversos momentos en los que te percatas que tu ritmo y productividad van en descenso. Procura por cada cierta cantidad de minutos de trabajo enfocado, levantarte, estirarte y tomarte al menos 5 minutos de descanso. Si tienes la oportunidad, una siesta corta también puede ser reparadora.
Dimensiones que trabajas: física y emocional.
E
Escucha con atención y empatía. Para quienes les gusta hablar sin parar este es un buen hábito para adoptar. Requieres escuchar para entender, conectar y empatizar más que para replicar, responder y convencer.
Algunos están tan afanados por imponer su punto de vista, que pierden la capacidad de escuchar al otro. Incluso simulan escuchar cuando realmente están pensando qué van a responder, por supuesto mientras piensas esto pierdes la conexión con lo que te están comunicando.
Muérdete la lengua si es necesario y escucha con atención y utiliza tus ojos para que puedas conectar y detectar el poderoso lenguaje corporal.
Si eres de los que escucha mientras observas el teléfono o miras el ordenador, te estás perdiendo la real comunicación y estás dejando de conectar con ese otro ser humano. Si eres padre, aplica esto de forma urgente con tus hijos.
Dimensión que trabajas: emocional.
F
Fija metas a corto y largo plazo. Las metas te ayudan a mantener enfoque y claridad. Deja ya de solo soñar y comienza a pasar esos anhelos a la forma de metas para que los puedas hacer realidad.
Tener metas motiva, da razones para seguir cuando la situación se pone difícil o complicada. Las metas no son solo para tópicos laborales, las hay personales. Una meta puede ser mejorar la comunicación con tus hijos; dormir y descansar adecuadamente, alimentarte mejor, aplicar estos hábitos. Para alguien enfermo, puede ser recuperarse y revitalizar su energía.
Para que funcionen a tu favor lo importante es que las pases por el formato SMART aquí te decimos cómo y establezcas un plan de acción con fechas límites.
Todas las personas que han logrado resultados exitosos, pasaron sus sueños a metas y así los materializaron.
Dimensiones que trabajas: mental, emocional y espiritual.
G
Genera compromisos contigo y esfuérzate por cumplirlos. Deja de poner siempre a los demás primero y dejarte de último. No puedes dar lo que no tienes y si no tienes amor propio y consideración contigo, cómo lo vas a tener con los demás.
Y si haces el compromiso, sé integro porque cada vez que incumples una promesa que te haces, menoscabas tu fuerza interior, el mensaje que te mandas es que eres indisciplinado, displicente y descuidado y eso afecta tu proyección personal.
Haz una evaluación semanal de qué compromisos cumpliste y cuáles todavía requieren tu atención.
Dimensión que trabajas: emocional.
Y ESTO NO ES TODO…
H
Hazte responsable de tu vida cada día. Evita culpar siempre a los otros de lo que te pasa o lo que no logras.
Comienza a encontrar tu grado de responsabilidad en tus resultados. En inglés se utiliza la palabra accountability que más o menos se traduce en español como rendir cuentas. Rendir cuentas es comunicar los resultados y más allá de lo que salió bien, aceptar la responsabilidad por lo que falló y decir cómo lo vas a enmendar.
Asume la responsabilidad de tu vida. Si los resultados que quieres no se están dando, revisa la forma en la que piensas, tus paradigmas, tus lentes para ver el mundo. Es probable que allí esté el problema.
Tu mentalidad, afecta la forma en que actúas y atrae ciertos resultados. Cuida tus pensamientos, elige aquellos que te empoderen y toma la responsabilidad absoluta de tu vida.
Dimensiones que trabajas: emocional y espiritual.
VAMOS A LA MITAD DE ESTOS 27 BUENOS HÁBITOS
I
Inicia cada día con tu ritual personal. Que tu día empiece con algo que disfrutes y te prepare para lo que venga. Este hábito puede ir de la mano con el de madrugar o levantarte un poco más temprano de lo acostumbrado para que tengas tiempo de practicar tu ritual.
Si lees la biografía de grandes líderes, verás que muchos tienen en común la práctica diaria de rituales matutinos. No hay una fórmula perfecta. Elige 2 o 3 actividades, según tu horario, que puedas hacer cada mañana para que eso defina la energía de tu día.
Puede ser meditar, respiraciones profundas, visualizar, afirmaciones frente al espejo, sonreir, agradecer, minutos de silencio, oración, lectura edificante, ejercicios de relajación, etc.
Elige 2 que puedes comenzar a incorporar mañana mismo y evalúa cómo te sientan y de qué manera te ayudaron a gestionar el día con una disposición diferente. Aquí te damos más ideas de cómo iniciar el día de forma poderosa.
Dimensiones que trabajas: emocional y espiritual.
J
Juega una vez por semana. Jugar no es solo para niños. Esto es una creencia que hemos adoptado, mas no tiene por qué ser la regla para todos. Jugar te ayuda a conectarte con el niño que llevas dentro, con el optimismo natural que todos tienen de pequeños, el espíritu de diversión y las endorfinas.
Si tienes hijos puedes pasar un tiempo de calidad con ellos mientras tú también te diviertes en grande.
Dimensiones que trabajas: física y emocional.
K
Kit de ejercicios semanales. Claro que es más fácil decir ejercítate, pero requeríamos darle un uso a la K.
Cada semana entre tus tareas vitales incluye el ejercicio físico. Si lo puedes hacer a diario mejor, pero si para tu ritmo y agenda es mucho, al menos comprométete con algunas sesiones semanales.
Los expertos dicen que vale más la frecuencia que largas horas de ejercicio esporádicas. Te sugerimos pensar en al menos 3 veces por semana, sesiones de al menos 20 minutos.
Elige una actividad física o varias con las que te sientas a gusto. Esto no tiene que ser algo incómodo. Si te gusta por ejemplo bailar, ese es un excelente ejercicio. También están los pilates, yoga, yogalates, pesas, caminar, correr, danza rítmica, patinar, nadar, tenis, crossfit, gimnasia u otros deportes.
Si no te inclinas por alguno en especial, escoge varios y arma tu kit de actividades físicas semanales.
Dimensiones que trabajas: física y mental.
L
Lee a diario. La lectura es tan útil en la vida de todos. Te permite aprender, te ayuda a soñar e imaginar, incrementa tu vocabulario, refuerza tu redacción, te lleva a conocer formas de pensar diferentes a la tuya. Hay un cúmulo de beneficios detrás de la lectura.
Existe una gama de opciones de lectura y medios, para todos los gustos. Desde el libro físico hasta el Kindle, el móvil y otros dispositivos. Y si te cuesta leer, están los audiolibros.
Este es un hábito ganador. Y sí hay tiempo para quienes tienen la motivación: puedes leer mientras esperas en una cita, o viajas en el bus, taxi o Uber, mientras haces una fila…
Dimensión que trabajas: mental.
M
Mantén una actitud positiva. La vida no es color de rosa o fácil todo el tiempo. Por supuesto que hay desafíos y situaciones que te cuesta digerir, pero vas mejor armado y dotado cuando afrontas cualquier circunstancia con una mentalidad positiva que cuando acudes con una visión pesimista y difícil.
Ser positivo no se trata de estar reído 24 horas y hacer como si nada te importara. Ser positivo es encarar hasta el más complejo de los problemas con una mente enfocada en solucionar primero, antes que engancharse con las emociones, culpar a otros y ponerte como víctima.
Ser positivo es encontrar detrás de cada experiencia, por difícil que sea, la lección o el regalo que viene allí y que puede impactar tu vida de una forma trascendental.
Ser positivo es cuidar tu cuerpo porque manejas con mayor entereza los retos y evitas los efectos de los químicos que segregas al enojarte o estresarte y que a veces se somatizan en enfermedad.
Dimensiones que trabajas: emocional, espiritual y mental.
N
Neutraliza los pensamientos negativos, las críticas y las quejas. Este hábito se relaciona con el anterior.
Se trata deprestarle mayor atención a lo que piensas y cuando emergen esas creencias limitantes, esa vocecita que te menoscaba o esa reina del drama que todo lo critica o de todo se queja, aprender a encontrar pausas, respirar profundamente y reenfocar tu energía en resolver.
En vez de quejarte, piensa cómo puedes darle un giro a esa situación o qué puedes aprender de esa experiencia, para qué ha llegado a tu vida, qué te quiere decir.
Recuerda que atraes aquello en lo que te enfocas. Si vives quejándote, criticando o imaginando los peores escenarios, es justo lo que te va a suceder. Luego, no te quejes.
Una clave para mejorar esto es, cuando te pilles pensando así, cambia esa idea por algo opuesto en positivo. Por ejemplo, piensas que el cliente al que atendiste va a declinar tu oferta; aprovecha tu imaginación, y piensa que pasaría si la acepta, cómo te favorecería, qué beneficios te aportaría.
Más ideas para evitar las quejas y las críticas en esta entrada.
Dimensiones que trabajas: emocional y mental.
Ñ
Ñapa es un extra que se da como regalo, pues aquí con el desafío que impone esta letra te damos un hábito extra con la letra L.
Lidera con el ejemplo. Tú eres al menos líder de tu vida. Lidera con tu ejemplo. Es fácil decir lo que hay que hacer y no practicarlo. Si quieres que los demás, ya sean tus hijos o tus colaboradores, hagan algo de una manera o con un código específico, da el ejemplo.
No le pidas a otros que hagan algo que tú no estás dispuesto a hacer primero. Trabaja en tu modelaje, en construir y fortalecer hábitos que te ayuden a lograr los resultados que quieres para tu vida. Antes de dar directrices piensa, soy un buen ejemplo y modelo de esto que estoy solicitando.
Dimensión que trabajas: emocional.
O
Organiza y ordena tu espacio. Un espacio organizado genera mejores sensaciones y mayor productividad que un área que luce desordenada o caótica. Igual aplica para tu hogar.
Revisa cada mes tus cosas y asegúrate de sacar, regalar, vender o donar aquello que ya no estás utilizando. Toma en cuenta que cuando uno desocupa espacios, la energía fluye mejor y abre ese lugar para nuevas posibilidades.
Están tus espacios ordenados y libres para que todo fluya, o la energía queda atrapada entre un montón de cosas que casi no utilizas. Aquí te damos algunas sugerencias.
Dimensiones que trabajas: mental y emocional.
AVERIGUA MÁS ABAJO QUÉ HICIMOS CON LA X, Y, Z
P
Planifica tu semana y prioriza. Como buenos discípulos del Dr. Covey aquí incluimos un poco del hábito 3 Poner primero lo primero.
Una de sus recomendaciones es que no planifiques solo lo del día sino que una vez por semana, realices una planificación que te permita ver el amplio panorama de los 7 días (168 horas) y distribuir lo que él denomina, las piedras grandes.
Priorizar es justamente conocer cuáles son tus piedras grandes, esos roles que son vitales para ti, esas relaciones que son las que más llenan tu vida, esas tareas que conforman tu 80/20 personal. Es vital que sepas cuál es ese 20% de actividades que te producen a ti el 80% de resultados, satisfacciones y ganancias no solo a nivel económico sino también a nivel emocional.
Dimensiones que trabajas: mental y emocional.
Q
Quiérete más. Un par de letras atrás dijimos que no se puede dar lo que no se tiene y justo el amor hacia los demás, tiene como raíz el amor hacia uno mismo.
Haz un análisis de cómo te tratas a ti. Te cuidas, procuras para ti lo mejor en términos de hábitos, equilibrio, mantenimiento de tus relaciones, o eres el último en la lista, tu salud está descuidada, tus relaciones al borde del colapso por tu falta de tiempo y dedicación.
Piensa en cómo le mostrarías amor incondicional a una persona a la que amas con pasión y locura. Luego pregúntate si te estás dando esa clase de amor a ti.
Haz afirmaciones diarias, si es posible frente al espejo; préstale atención a tu cuerpo y a tus emociones; celebra tus victorias y regálate espacios de soledad y bienestar para ti. Más ideas aquí.
Dimensión que trabajas: emocional.
R
Revisa tu día y prepárate. Unos párrafos atrás te recomendamos la planificación semanal, es decir una vez por semana defines lo que piensas hacer durante los siguientes 7 días. Sin embargo, debes complementar esto con una revisión diaria de esos planes para que el día te agarre preparado y no te sorprenda desprevenido.
La vida siempre te va a deparar sorpresas, es más fácil gestionarlas cuando se tiene algo de preparación que cuando se vive el día a día de forma caótica y todo te llega como una ola de eventos inesperados. Como dice el refrán “en guerra avisada no muere soldado” (o al menos debe haber menos bajas).
Los mejores atletas, empresarios, líderes y emprendedores se preparan. No van a estar listos para todo, pero te sientes más nivelado con las circunstancias cuando te has preparado, que cuando eres agarrado infraganti.
Dimensiones que trabajas: mental y emocional.
S
Simplifica. Menos dramas, más alegría; menos complicaciones, más tiempo para disfrutar. Menos compromisos sin sentido, más tareas significativas; menos cosas, menos deudas, más espacio y más libertad financiera.
Ante cualquier situación revisa de qué forma la puedes simplificar. No te compliques si no es necesario. Busca la manera de generar procesos más simples. Toma en cuenta que el simplificar te abre tiempo para disfrutar tu vida.
Si te cuesta hacerlo, aquí tenemos algunas ideas.
Dimensiones que trabajas: mental y emocional.
T
Trata a los demás como te gustaría que trataran a la persona más valiosa para ti. La regla de oro dice que como te gustaría que te traten a ti. Lamentablemente hay personas a quienes parece gustarles el maltrato por lo que esta regla puede tener sus excepciones.
El punto es que practiques la cortesía básica, la amabilidad, la compasión, la bondad, la generosidad, el amor, el respeto con los demás.
Evita los chismes, las críticas y utiliza la comunicación asertiva (di lo que sientes o piensas, con respeto y consideración sin buscar herir o perjudicar).
Toma en cuenta que todo lo que haces de alguna forma se devuelve.
Dimensión que trabajas: emocional.
U
Utiliza con sabiduría tu tiempo y desconéctate (unplug yourself). Aquí hay 2 hábitos y mensajes poderosos. Aprovecha el tiempo al máximo, recuerda tiempo = vida; antes de embarcarte en un compromiso, ante todo con otras personas, piensa si es el uso más efectivo de tu tiempo y cuál es el precio a pagar y si vale la pena.
Por ejemplo, si algo implica que sacrifiques el tiempo que pasas con tu familia evalúa bien si vale lo suficiente como para poner en juego tu relación familiar.
Evita el desperdicio. Nuevamente hábito 3, de los 7 hábitos de las personas altamente efectivas, evita las actividades de cuadrante 4 (exceso y desperdicio) muchas horas de tv sin sentido, mucho tiempo enganchado en redes sociales cuando tu familia extraña tu compañía.
Ten cada día espacios de silencio, quietud y total desconexión de redes sociales. Con unos minutos que hagas esto a diario recobras espacio personal y lo conviertes en un tiempo poderoso para reflexionar y organizar tus ideas. Más opciones en esta entrada.
Dimensiones que trabajas: mental, emocional y espiritual.
V
Visualiza tus metas. En otro punto te dijimos lo importante que es fijar metas. Aquí te sugerimos que para ayudar a que se cumplan, aproveches el poder de la visualización.
Esto es utilizar tu imaginación para pensar que esa meta ya la lograste. En ese sueño despierto vas a ver cómo luce todo cuando tu meta se realice, e incluso puedes conectarte con los sentimientos de alegría, satisfacción o entusiasmo que tendrías una vez esa meta sea alcanzada.
Hay muchas personas que han dado testimonio del poder que este hábito tiene en la consecución de metas, aun aquellas que cuando las definieron parecían sumamente lejanas o inalcanzables.
Como decía Walt Disney, lo que puedes soñar lo puedes crear. Te sugerimos visualizar a diario tus metas. Puede ser parte de tu ritual matutino.
Dimensiones que trabajas: mental, emocional y espiritual.
W
Wasapea temas edificantes. Tal vez creías que esta sería una de esas letras con alto grado de dificultad, pero la Real Academia de la Lengua (RAE) ha reconocido el uso de esta palabra o guasapear.
Tienes razón al pensar que no es un hábito como los otros, sin embargo es parte de la realidad actual y aquí lo clave para que no sea una pérdida de tiempo, es aprovechar esta herramienta que ya se considera red social, para diseminar y compartir comunicación que te edifique y te ayude, no lo contrario.
Si compartes material de poco valor, denigrante o incómodo, puede volverse una total pérdida de tiempo y un hábito que te perjudica más de lo que te ayuda.
Si lo sabes aprovechar, los mensajes vía whatsapp, pueden ser impulsores de tus metas.
Dimensiones que trabajas: mental y emocional.
Con la X, Y y Z confesamos que tuvimos conflictos, igual te compartimos 3 hábitos claves para representarlas.
X
Ríe cada día y ríete de ti. Pues claro que a esto no le darás X, al contrario a esto dale muchos ganchos positivos, porque si hay algo que te ayuda y aligera la carga de cualquier día pesado es la risa.
La risoterapia sostiene que una habilidad maravillosa es que puedas aprender a reírte sin motivo alguno, sencillamente porque te provoca, para aprovechar los múltiples beneficios de la risa.
La risa es un analgésico natural, ayuda al enfoque porque al reírte dejas de pensar en problemas y otras ideas incómodas. Si te fijas los niños son capaces de reir hasta enfermos y aun cuando han llorado. Los adultos se quedan más enganchados en otras emociones y les cuesta reir.
Reencuéntrate con tu risa de niño y aprovéchala. Esto aporta muchos beneficios a tu salud y a tu vida.
Dimensiones que trabajas: emocional y espiritual e incluso física.
Y
Yo puedo. Convierte esto en una motivación o mantra personal.
Aunque en un momento no puedas hacer algo si aprendes, practicas y entrenas lo puedes llegar a manejar o al menos lo puedes llegar a resolver de algún modo. Tu mente es muy rápida para encontrar todos los no puedo o no se puede y a veces lenta para decir cómo sí se puede.
Esto te ayuda a desarrollar flexibilidad y encontrar formas creativas de poder resolver las situaciones, en las que usualmente dices no de plano y sin pensarlo mucho.
Dimensión que trabajas: mental.
Z
Zambúllete en la práctica de mejores hábitos. Esto es más bien un consejo final para que te animes a ir hábito por hábito, impactando tu vida hasta transformarla y mejorarla (además entiende que ya no sabíamos que hábito decirte con la Z).
Muchas veces te preguntas cómo puedo cambiar mi vida radicalmente, pues dando un paso a la vez, trabajando en mejorar hábitos.
Esperamos también tus comentarios, opiniones y sugerencias. Nos gustaría saber qué habitos de los que están aquí u otros que practicas, han mejorado sustancialmente tu vida.
Fuente: Keep Life Simple Today